Desde el año 2004 en Ciudad de México, las Religiosas atienden en esta obra a una población de niños incurables, y desde el año 2005 una Religiosa hace presencia en el Hospital San Juan de Dios.
Las Religiosas se vincularon además a la Curia Arzobispal para colaborar en la oficina de Vida Religiosa, organizando retiros espirituales, convivencias, y encuentros para fortalecer la vida espiritual y la integración intercongregacional.